10 consejos para preparar tu viaje a Edimburgo

Tips básicos para visitar esta mítica ciudad

Pocas capitales europeas pueden presumir como Edimburgo de ser uno de los destinos preferidos para planificar una pequeña escapada de unos días, recorriendo una de las ciudades más atractivas, animadas y mejor conservadas del Reino Unido. Un viaje que reúne los principales requisitos de un interesante destino turístico, con infinidad de sitios históricos a visitar, una envidiable arquitectura y uno de los casos antiguos más hermosos del viejo continente. Sin embargo, como todo viaje, para que se aproveche lo más posible la estancia en la capital escocesa, es recomendable tener en cuenta una serie de consejos previos para viajar a Edimburgo, que sin lugar a dudas ayudarán al viajero a exprimir al máximo sus días en esta mítica, cercana y tradicional ciudad.

Al contrario de lo que ocurre con otros grandes destinos europeos, donde hay unos meses en los que no se recomienda viajar, Edimburgo por su ubicación privilegiada en la costa este del país sobre el fiordo Río Forth, destaca por ofrecer un clima moderado prácticamente durante todo el año, tanto en invierno como en verano, por lo que es recomendable viajar a ella en cualquier época del año, aunque es importante remarcar que en agosto, por sus famosos festivales -Festival Fringe- y a finales del año por el Hogmanay, es cuando hay una mayor presencia de turistas extranjeros y escoceses, convirtiéndose en una de las urbes más bulliciosas del Reino Unido.

Si es la primera vez que se viaje a la capital escocesa, los meses de mayo y junio, así como la primera quincena de septiembre, son los momentos del año más recomendados, ya que a pesar de haber muchos turistas, es posible recorrer los diferentes puntos de interés, museos y localizaciones más importantes de la ciudad, sin las típicas aglomeraciones de los meses críticos como agosto o finales de diciembre.

Es importante tener en cuenta que en los meses de invierno sobre las cuatro de la tarde comienza a anochecer, por lo que si valora las horas de luz para visitar la ciudad es más aconsejable viajar en primavera o verano, aunque de noche la ciudad guarda un especial encanto.

La capital escocesa destaca por ser una ciudad no excesivamente grande ni dispersa, con algo menos del medio millón de habitantes y que es realmente cómoda de recorrer andando. En tres o cuatro días, debidamente aprovechados, es posible decir que se ha conocido los puntos más interesantes de Edimburgo, donde la Old y New Town son totalmente imprescindibles en toda visita a la ciudad.

Al igual que ocurre con otro destinos internacionales, si se valoran las distancias es recomendable reservar con bastante antelación los billetes de avión, con el objetivo de ahorrar dinero -y no esperar al encarecimiento típico de los billetes de última hora- así como asegurarse que el vuelo aterrizará en Edinburgh Airport -a pocos minutos de la ciudad- y no en el alejado aeropuerto de Prestwick, que se encuentra cerca de Glasgow.

Junto a los billetes es recomendable asegurarse de la documentación necesaria para viajar, como el dni o pasaporte -comprobar su validez-, así como el más recomendable seguro sanitario o tarjeta sanitaria europea, que pueda cubrir cualquier problema e imprevisto durante la estancia en Escocia.

Esta urbe cuenta con una amplia oferta de alojamientos, tanto de hoteles como de pequeños pisos en plataformas de alquiler como Booking o Airbnb. Tanto en su zona vieja como en la nueva, hay un gran número de posibilidades para todos los bolsillos y necesidades, pero al igual que con los billetes de avión, es recomendable reservar con antelación el alojamiento.

En esta ciudad es posible probar algunos de sus más exquisitos platos como el peculiar “Haggis”, a base de diferentes carnes de oveja y cordero, aderezada con especias, cebollas y mezclado con harina. La escocesa ensalada “Stovies”, el puré de patatas y rábanos de “Neeps and tatties” que suele acompañar al plato anterior y la papilla “Porridge”, así como la salchicha “Black Pudding” son otros platos que se deben probar al menos una vez en la vida.

La planificación de los sitios a visitar es totalmente recomendable para las personas que llegan por primera vez a la ciudad, ya que de este modo es posible sacar el mayor jugo a la visita a Edimburgo. Ante la gran cantidad de sitios interesantes a visitar como por ejemplo la impresionante Catedral de St. Giles, aunque técnicamente es más una iglesia, la hermosa catedral de St Mary, el Parlamento escocés, el recomendable Jardín Botánico, el impactante cementerio de Greyfriars, o la literaria ruta de Harry Potter y J.K. Rowling, así como caminar por alguna de sus calles más típicas como Princes o Victoria Street, contar con un planning es casi obligado.

Relacionado con el punto anterior, en esta ciudad hay multitud de sitios, eventos y actividades a hacer. Desde visitar el obligado Castillo de Edimburgo al Palacio de Holyrood, pasear por la bulliciosa Royal Mine, acercarse a la aldea de Dean Village,pasear por la laberíntica Mary King’s Close, tomar una cerveza o uno de sus recomendados whisky en algunos de sus típicos Pubs en The Royal Oak, contemplar la belleza de Edimburgo desde Arthur's Seat, o disfrutar del final del día viendo el sol ponerse desde la colina de Calton Hill.

Junto a los lugares imprescindibles a visitar, si se cuenta con tiempo, uno de los consejos para los viajeros que llegan a la ciudad es apuntarse a uno de sus recomendados tours, muchos de ellos gratuitos. Desde tours por sus monumentos, a tours nocturnos más peculiares como el de brujas y fantasmas por cementerios y calles, o el de Harry Potter por los rincones más significativos de su autora, J.K. Rowling.

Una de las grandes ventajas de esta ciudad es la facilidad que ofrece a los turistas para moverse con comodidad por sus diferentes sitios; ya sea a pie o en transporte público con sus tranvías o Lothian Buses, es posible llegar en pocos minutos a casi cualquier lugar de interés de la ciudad. El coche es totalmente prescindible, y sólo se recomienda alquilarlo si se desea además de visitar la ciudad, recorrer el resto del país durante varios días.

Edimburgo es en definitiva un destino único, imprescindible y recomendado a visitar en Europa. Una capital de gran belleza, cercana, con una gran personalidad, concurrida y con un gran encanto, al que muchas personas vuelven y repiten, y que siempre aguarda una nueva actividad o sitio interesante que visitar.